Nadie duda que las bombillas CFL son una solución de transición. Es cierto que han supuesto una mejora significativa con respecto a las incandescentes (que producen más calor que luz), aunque siguen siendo frágiles y difíciles de desechar.
Las bombillas LED, por otro lado, son la respuesta que hemos estado esperando: son muy eficientes, se encienden instantáneamente, duran décadas y no contienen toxinas como el mercurio o el plomo. En esta entrada revisamos la bombilla ‘Energy Smart’ de 9W de GE.
La primera cosa que nos llama la atención es la extraña forma del disipador, que también sirve de protección del cristal de la bombilla. La gente suele preguntar ¿por qué se necesitan disipadores si las bombillas LED apenas se calientan?
La respuesta es simple, las bombillas LED producen mucho menos calor que las incandescentes pero aún así necesitan disiparlo para mantener su temperatura de trabajo. Lo que hace interesante a este disipador es que permite a la luz salir en todas las direcciones desde la base a la cabeza, facilitando el reemplazo de cualquier lámpara CFL por una de éstas.
Las especificaciones técnicas:
La bombilla tiene una garantía de 10 años, aunque en el propio embalaje aseguran que dura 22 años. Vamos, que habrá gente que las incluirá en su testamento…
Vía :: Treehugger
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