viernes, 2 de julio de 2010

Iluminación residencial Fotos y ejemplos prácticos

Un proyecto de iluminación residencial implica mucho más que la simple elección de las lámparas o luminarias. Lo primero es realizar el diseño, durante esta parte se fundamentan los requerimientos de la zona que se desea iluminar, el tipo de iluminación que se desea, así como la concepción visual del área. Hay lugares que solo requieren de una iluminación directa y sin sombras, en cambio hay otras zonas que requieren de estructuras más complejas de iluminación.





En general se trata de evitar la iluminación en un solo punto de la habitación, por esto
para el hogar existen tres tipos de iluminación una general, una de trabajo y una de destaque o acento. La iluminación general proporciona la luz necesaria para circular, realizar tareas de limpieza y debe ser una iluminación uniforme y sin sombras.  La iluminación de trabajo debe ser uniforme pero de mayor intensidad para algunos lugares específicos de la casa donde se realicen tareas que requieran mejores condiciones de visión.  La iluminación de acento debe ser por lo menos 3 veces de mayor intensidad que la general y debe concentrarse en puntos de interés específicos como obras de arte, detalles arquitectónicos, y demás detalles u objetos que se deseen resaltar.


Otro factor imprescindible que se debe tomar en cuenta a la hora de realizar una buena iluminación es, el tipo de lámpara a elegir, ya que todas las lámparas proyectan la luz de diversas maneras. Así como también tienen diversos consumos y vida útil, si son muy elaboradas tal vez sea difícil encontrar su reemplazo, también debe tomarse en cuenta el lugar en donde se colocara para que valla a tono con la decoración . Para asegurar que su iluminación será la deseada, es necesaria la ayuda de un experto en iluminación, el cual le podrá mostrar una vista previa de su entorno iluminado, por medio de un programa computarizado, permitiéndole hacer todo tipo de cambios, logrando su satisfacción plena.